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viernes, 26 de abril de 2024
PREAMBULO . POST 0
Ayer fue un día raro. Bastante.
Yo, cuando tengo un día raro no sé si atribuirlo a mi azar, o a las artes y azar de los demás. En este segundo caso, creo yo, la mayoría de las veces, todas, el plural sobra. Pero bueno, colaboradores hay un montón; con lo que mejor dejo el plural.
Empezó con que creí tropezar, o casi (seguro que iba a ser que no. Hubiese salido corriendo), con la chica del Vallés. ¡Delante de mi casa¡ ¡En mi acera¡. Cuando terminé de alucinar, ya no estaba. La busqué, y había desaparecido. Y me fui a lo mío.
Aquí hay que decir que ya no soy joven y que hace años que entre en la edad madura, y que además atesoro una gran experiencia en sucesos de este tipo y parecido que irremediablemente terminan en chasco con lo que … pasando.
Antes era peor terminaban en paranoia, pero desde que me medico la cosa ha mejorado mucho. Que también tiene su qué que te promuevan la paranoia y luego te critiquen por serlo.
Si es lo que yo digo. Es que sí hasta que topamos con lo imperdonable, y entonces todo se desmorona. Y así en bucle. Cuarenta años así, que se dice pronto. Pero tampoco es eso. En otro post hablare de ello. Espero. Si no me muero antes. Yo o mi pc.
Pero la vallesana parecía muy compungida con lo que volví al cabo de un rato a buscar su número de móvil y ponerle unos washaps para animarla. Yo que sé. Tenía cargo de conciencia por haberme quedado boquiabierto en lugar de hacer alguna cosa.
Aquí hay que decir que hace años que tengo su número de móvil de cuando confeccionaba felicitaciones de navidad ( o así) por internet, y de algún modo te hacia saber que si no le comprabas se lo iba a tomar mal. Y ella lo sabe perfectamente. Su número lo daba ella en una tarjetita que iba con el pedido. De acoso nada de nada.
Total, que espere un ratito a ver si contestaba (si contesta caigo de culo, pensaba. Tampoco busque un lugar mullido, francamente.) y al ver que no contestaba volví a lo mío. Sin acritu ninguna. Bien. Que uno ya sabe lo que hay. Que son muchos años y hace décadas que me caí ( más bien se rompió la rama) del Guindo, nunca mejor dicho.
Total, que me fui a la visita cultural solo (vaya novedad), y después celebre la hora happy en la céntrica terracita capitalina de siempre. Y ahí estaba mirando a los paseantes cuando veo pasar al primo de la chica del Valles, tan estirado como siempre. Hoy va a ser un día muy heavy , pensé. Estirado pero muy bien conservado, todo hay que decirlo. Estaba igual de calvo que quince años atrás.
Y luego vino la traca final. Donde yo creo que mi azar o mi ángel de la guarda, harto ya de tanta historia, me echo una mano. Venga, vamos a estirar de la manta.
Seguía en mi hora happy abrumado por tanto acontecimiento (es guasa) cuando note una presencia a mi espalda. Me giro y me encuentro un Golden Retreiver detrás, inmóvil, sonriendo. Idéntico a mi querido y añorado Bob. Fue emocionante.
Morgan (que asi me dijo su dueña que se llamaba el perro) se había quedado anclado ahí (detrás mío), y no había forma de moverlo. Pero, lo que me llamo la atención no fue eso .Los Golden son así. Si no la extrema incomodidad de la chica que lo llevaba. De eso me percate al instante. Lentito soy, pero instinto tengo mucho. Y tanta incomodidad no era normal. Por ganas hubiese desintegrado al perro.
Y para colmo, pasa un conocido y le dice : “Se nota que le gustan los bares. Es un perro de bar”. Ahí la chica los hubiese fulminado a los dos. No sé si era la primera misión que llevaba a cabo, pero no fue muy bien. Mala suerte.
Al final consiguió moverlo para atrás, pero se volvió a quedar plantado un poco mas allá. Los Golden son grandes especialistas en resistencia pasiva. Y ya no sé más. Gracias Morgan.
Vuelvo a casa y ¿qué me encuentro?. Pues con que la chica del Valles sigue sin responder a mis washaps, y encima me ha bloqueado en el washap¡¡.Ah no por ahí no paso. Se agoto mi paciencia.
Y por eso he vuelto a coger la pluma. Hasta aquí.
Hipotesis. Grado supuesto de acierto 70-90%.
La chica del Valles cumplió años hace un mes pero por algún motivo no lo celebro ( o lo celebro dos veces). El año pasado vino con su pareja, y lo celebro aquí. (Eso me consta) y este año vino a celebrarlo, más tarde, a la capital.
Invitada (como el año pasado) por la famosa y talentosa empresaria de la restauración (y supongo su marido), cuyo nombre voy a omitir.
Por eso su presencia y la del primo. A su pareja no la vi. Me parece un buen chico, serio y formal. Normal, pues, que no lo viese.
Su paseo por mi acera fue un acto simbólico de los de Jodorowsky (como ha habido tanto otros . En otro post hablo de ellos) y lo del perro fue otro acto simbólico. Hay que decir que ese perro ya me lo paseo por mis narices en otra ocasión una amiga de la rica empresaria de la restauración y el ocio también.
Si bien en esta ocasión me lo paseaba la hija de la emprendedora ocultamente por detrás, y no sé con que fin. Como acto simbólico me parece muy bobo, más bien me parece un cachondeo. De esos para mondarse de risa luego con la panda. Como la gran mayoría de las cosas y "practicas" varias que hace conmigo o relacionadas conmigo (Esto será tema de otro Post).
Quiero remarcar que no me sirve como respuesta que me diga que hace esto por que puede. Ese es un argumento muy pobre (a observar la paradoja). El poder desnudo nunca puede ser argumento/justificación para hacer alguna cosa. Eso es la ley del más fuerte, del más rudo, del más burro, del más rico con mejores contactos, o del más y mejor armado. Eso es muy injusto.
Y no es en modo alguno aceptable. De ninguna manera, aunque tu sequito te diga que sí. Respeto y reciprocidad. Pero eso será el tema de mi próximo post. Si no nos morimos antes. Yo o mi pc.
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